Consiste en la administración de una sustancia para tratar las líneas de expresión y arrugas dinámicas, que son aquellas que aparecen debido a la actividad muscular repetida, como las líneas de la frente, las patas de gallo y las arrugas entre las cejas.
El procedimiento implica la inyección de pequeñas cantidades en los músculos específicos que causan las arrugas, bloqueando temporalmente la contracción muscular. Al debilitar selectivamente estos músculos, se reduce la actividad muscular excesiva, lo que permite que la piel se alise y suavice con el tiempo.
El tratamiento generalmente toma unos pocos minutos, y se realiza en el consultorio sin necesidad de anestesia. Los efectos comienzan a notarse dentro de unos días a una semana después del tratamiento y alcanzan su máximo efecto en aproximadamente dos semanas.
Los resultados suelen durar de tres a seis meses, dependiendo de factores individuales como la dosis administrada, la técnica de inyección y el metabolismo del paciente.
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El procedimiento de neuromoduladores es generalmente bien tolerado. Las agujas utilizadas son muy finas, y la mayoría de los pacientes experimentan solo una leve molestia durante la inyección. Si es necesario, se puede aplicar una crema anestésica para minimizar cualquier incomodidad.
Una sesión de neuromoduladores suele durar entre 10 y 30 minutos, dependiendo de la cantidad de áreas a tratar.
Los resultados de los neuromoduladores suelen comenzar a ser visibles entre 3 y 7 días después del tratamiento, con el efecto máximo alcanzado en aproximadamente dos semanas.
Los efectos suelen durar entre 3 y 6 meses. A medida que el efecto se desvanece, los músculos recuperan su actividad normal y las arrugas pueden reaparecer gradualmente, lo que puede requerir tratamientos de mantenimiento.
Los efectos secundarios más comunes incluyen enrojecimiento, hinchazón, moretones en el sitio de la inyección, y dolor de cabeza. En raras ocasiones, puede ocurrir ptosis (caída temporal del párpado), asimetría facial, o debilidad en los músculos cercanos. Estos efectos son temporales y suelen resolverse en pocas semanas.
Antes de la sesión, es recomendable evitar el consumo de alcohol, así como la toma de aspirina y otros antiinflamatorios que puedan aumentar el riesgo de moretones, al menos 24-48 horas antes del tratamiento. También es importante informar al médico sobre cualquier medicamento o condición médica.
Después del tratamiento, se recomienda no frotar ni masajear las áreas tratadas durante al menos 24-48 horas para evitar que el producto se desplace a otras áreas. También se debe evitar acostarse sobre la zona tratada o realizar actividades físicas intensas durante las primeras 4-6 horas después del tratamiento.
Sí, cuando es administrado por un profesional cualificado. Ha sido aprobado por las autoridades sanitarias para el tratamiento de arrugas y otras condiciones médicas. Sin embargo, es importante que sea realizado por un médico experimentado para minimizar riesgos y maximizar la efectividad.
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